Cualquier Cosa Menos que Una Completa Divulgación es Inaceptable (Anything Less Than Full Disclosure is Unacceptable)

Informe Semanal 26/10/2009 – Por Ron Paul

Español: La semana pasada un nuevo proyecto de ley fue presentado en el Senado para auditar a la Reserva Federal. Algunos de los partidarios de mi Proyecto de Ley HR 1207 y su proyecto homólogo del Senado, s.604, se molestaron un poco con esto pero, dependiendo de cómo se lo mire, esta nueva legislación no plantea una gran amenaza hacia nuestros esfuerzos.

Con la economía en ruinas, la gente está buscando soluciones –no solo por la pérdida de ahorros en Wall Street, sino a causa de los hogares perdidos por los ciudadanos. Debido a la cantidad de problemas a los que nos enfrentamos, la Reserva Federal y sus poderes sobre la economía han sido objeto de escrutinio. Esto se traduce a una gran cantidad de presión política sobre el Congreso. Con todos los Republicanos de la Casa de Representantes como co-patrocinadores, y más de la mitad de los Demócratas, la HR 1207 tiene un enorme apoyo bipartidista. No sería muy honesto de parte de Washington si no se adhiriese a los principios detrás de este proyecto de ley después de todas sus promesas para que haya transparencia. ¿Cómo alguien puede propugnar una mayor transparencia en el gobierno en un suspiro y defender el carácter secreto de la Reserva Federal en el próximo?



Sin embargo, todavía hay una resistencia muy fuerte hacia las revelaciones que la HR 1207 requeriría, y los esfuerzos para debilitarla seguirán apareciendo antes de que la cuestión esté resuelta.

La buena noticia es que Washington está respondiendo, y que la Reserva Federal se ha tornado en el tema. Los preocupados americanos deben continuar con la presión a través de la continua definición de lo que queremos y de lo que no queremos.

Una preocupación importante es que la HR 1207 constituye una especie de toma del poder por el Congreso. El Congreso no haría un mejor trabajo dictando las tasas de interés o manejando el crecimiento de la oferta monetaria que la Reserva Federal, y por exactamente las mismas razones: el Congreso no es un libre mercado. Ningún  grupo selecto de personas, sin importar qué tan sabio o instruido, puede reemplazar la sabiduría del mercado. La HR 1207 no busca reemplazar la sabiduría de la Fed con la del Congreso. Eso sería un paso gigante hacia atrás. La HR 1207 simplemente pide una completa divulgación, y estoy conforme con permitir un retraso razonable de tiempo para que se calmar los temores de que el Congreso tiene la intención de dictar política monetaria.

Lo que queremos, en lo que insistimos, es que decisiones que tengan tanto peso económico no sigan siendo hechas en un secreto absoluto. Queremos saber qué acuerdos hace la Fed con otros gobiernos y bancos centrales. Queremos saber quiénes se están beneficiando con las acciones de la Fed y qué negocios se están haciendo.
La Fed ya está reaccionando a la presión volviendo a ampliar sus facilidades de liquidez y regresando a la política monetaria tradicional a través de la compra directa de activos. Con casi $800 mil millones en Valores respaldados por hipotecas en sus libros, $800 mil millones en Valores del Tesoro, y sin límite real de lo que la Fed pueda adquirir, existe una tremenda oportunidad para malversación. Tenemos que saber con quién trata la Fed, qué compra, cuánto gasta y quién se beneficia. Aunque cualquier paso hacia la transparencia de la Reserva Federal es bueno, cualquier cosa menos que una divulgación completa en este punto es inaceptable.


English: Last week a new bill was introduced in the Senate to audit the Federal Reserve.  Some backers of my bill HR1207 and the existing Senate companion bill S.604 were a little miffed at this, but depending on how you think about it, this new legislation poses no great threat to our efforts.

With the economy in shambles, people are looking for answers – not just because of lost savings on Wall Street, but because of lost houses on Main Street. Because of the many problems we face, the Federal Reserve and its powers over the economy have come under scrutiny.  This translates into a lot of political pressure on Congress.  With all the House Republicans signed on as co-sponsors and over half of the Democrats, HR 1207 has enormous bipartisan support.  It would be disingenuous for Washington not to embrace the principles behind this bill after all the promises for transparency.  How can one credibly argue for more transparency in government in one breath and defend the secrecy of the Federal Reserve in the next?

However, there is still very powerful resistance to the disclosures that HR 1207 would require and efforts to weaken it will continue to pop up before this issue is settled.

The good news is that Washington is responding and the Federal Reserve has become the issue.  Concerned Americans need to keep the pressure on by continuing to define what we want, and what we do not want.

One major concern is that HR 1207 constitutes some kind of power grab for Congress.  Congress would not do a better job dictating interest rates or managing money supply growth than the Federal Reserve does for exactly the same reasons: Congress is not the free market.  Any select group of people, no matter how wise and educated, simply cannot replace the wisdom of the market.  HR 1207 does not seek to replace the wisdom of the Fed with the wisdom of Congress.  That would be a giant step backwards.  HR 1207 simply asks for full disclosure, and I am agreeable to allowing for a reasonable lag time to calm the fears that Congress intends to dictate monetary policy.

What we do want, what we insist upon, is that no longer will decisions that carry so much economic weight be made in absolute secrecy.  We want to know what arrangements the Fed makes with other governments and central banks.  We want to know who is benefitting from the actions of the Fed and what deals are being made.  The Fed is already reacting to pressure by scaling back its liquidity facilities and returning to more traditional monetary policy through direct asset purchases.  With nearly $800 billion in mortgage-backed securities on its books already, $800 billion in Treasury securities, and no real limit to what the Fed can acquire, there is a tremendous opportunity for malfeasance.  We need to know who the Fed deals with, what they buy, how much they spend, and who benefits.  As good as any step towards Federal Reserve transparency is, anything less than full disclosure at this point is unacceptable.

A Weekly Column – by Ron Paul