Formas Creativas Para Equilibrar El Presupuesto
Fuente: Portafolio.co
La deuda federal no ha sido pagada desde los días de Andrew Jackson, y no tiene que serlo. Simplemente es prorrogada año tras año. El único peligro real que representa una crecimiente deuda federal es la carga de intereses, pero esto no ha sido un problema aún. La Oficina de Presupuesto del Congreso, informó en diciembre de 2010:
[U]na fuerte caída en las tasas de interés ha reducido el monto del interés que el gobierno paga sobre la deuda [nacional]. En 2010, los desembolsos netos por intereses, ascendieron a 197.000 millones o el 1.4% del PIB, una participación menor del PIB de lo que representaron durante la mayor parte de la pasada década.
La carga de intereses se incrementará si la deuda federal sigue creciendo, pero ese problema puede ser resuelto obligando a la Reserva Federal a comprar la deuda del Gobierno. La Fed descontaría sus utilidades del Gobierno luego de deducir sus costos, haciendo al dinero casi libre de interés. Ya lo está haciendo con sus programas de aligeramiento cuantitativo y ahora tiene cerca de 1.7 billones de dólares en títulos federales.
Hoy, la idea se ha generalizado. Ha sido mencionada en NY Magazine, CNBC y The Economist. Incluso el premio Nobel de Economía Paul Krugman del New York Times ha entrado en la discusión. Annie Lowrey de Slate, la contempla como uno de los varios trucos que el Gobierno podría emplear para resolver la debacle del techo de la deuda. Krugman agregó:
«Estas cosas [como acuñar moneda] suenan ridículas —pero también lo es el comportamiento de los republicanos en el Congreso. ¿Así que por qué no replicar con trucos legales?»
El techo de la deuda en sí fue un truco legal, una forma de extorsión sobre la base de una ley centenaria en conflicto con la Constitución. Sin embargo, como dijo el artículo de Johnsville News, «acuñar moneda no es una estafa. Es legal […] Este plan parece que podría ser el as bajo la manga de Obama…».
Sobre la cuestión de la inflación, sólo porque el Tesoro tiene dinero en su cuenta, no quiere decir que pueda gastar los fondos. Se necesita de la respectiva aprobación del Congreso. Para ponerle un límite a los gastos, el Congreso tiene que ser instruido en economía básica. Ellos pueden gastar en bienes y servicios hasta el pleno empleo sin crear inflación (ya que la oferta y la demanda aumentarían en conjunto). Después de eso, tendrían que fijar impuestos, no para financiar el presupuesto, sino para sacar el dinero sobrante y evitar una subida en los precios.