La Interesante Semana de la Fed (The Fed’s Interesting Week)

Informe Semanal 31/08/2009 – Por Ron Paul

Bernanke & ObamaEspañol: Ha sido una semana muy interesante para la Reserva Federal. A principios de esta semana se anunció que el presidente Obama tiene la intención de volver a nombrar al presidente de la Fed, Ben Bernanke, a un segundo mandato en Enero, lo que indica un voto de confianza en él. Bernanke parece ser popular en la administración y en Wall Street, y con razón. Sus políticas de préstamo han dejado a los grandes bancos llenos de dinero recién creado para cubrir los errores del pasado y permitir los del presente. Mediante la compra de montañas de bonos del Tesoro también ha permitido que el gasto se eleve a niveles ridículos que asustarían a cualquier economista responsable y a cualquier estadounidense preocupado por el valor del dólar. Sin embargo, estas decisiones altamente sensibles acerca de nuestro dinero no son hechas por economistas, son hechas por políticos. Bernanke, como la mayoría de sus predecesores, es el mejor amigo de los políticos. No obstante, no hay razón para creer que cualquier otro planificador central se comportaría de forma diferente, teniendo en cuenta la enorme presión política sobre la Fed.

Las políticas de la Fed han sido tan malas para la economía como buenas para los políticos y los banqueros, como lo demuestran los números recientemente publicados sobre la deuda y el déficit. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial se proyecta que el déficit presupuestario anual será más del 11% del Producto Bruto Interno nacional. También se proyecta que para el 2019 la deuda nacional será del 68% del PBI. Nuestro comino, de mantenerse, es completamente insostenible.

La Administración afirma que heredó una situación calamitosa de la última administración, lo cual es absolutamente cierto. Sin embargo, eso no los frenó a la hora de aceptar todas las políticas y premisas que nos condujeron a esta situación, como tampoco de acelerar dichas políticas para rápidamente empeorar por mucho la situación. Los rescates comenzaron con la pasada administración. Se han acrecentado con ésta. La pasada administración expandió la intervención del gobierno en la Salud con un nuevo beneficio para de medicamentos recetados. Esta administración nos dio una renovación y expansión del SCHIP (Seguro Médico Infantil del Estado), y los intentos actuales por apoderarse del Sistema de Salud. En realidad no podemos costearnos nada de esto,  pero la sombría política monetaria le permita a Washington continuar a lo largo de su feliz camino, agravando todos nuestros problemas económicos.

No todos en el gobierno consideran aceptable que la Reserva Federal ejerza tanto poder y privilegio en secreto. La semana pasada, un juez federal falló en contra del secreto de la Fed, lo que les obliga a liberar, bajo la Ley de Libertad de Información (Freedom Information Act), información acerca de qué bancos recibieron préstamos de emergencia, y bajo qué términos. Por supuesto la Fed hará todo lo que esté a su alcance para pelear dicho fallo y, sin dudas, no se ha dicho aún la última palabra sobre el tema. De todos modos, es alentador ver que el interés de los contribuyentes haya sido defendido victoriosamente en la corte, mientras la Fed sólo ve la situación de sus grandes banqueros amigos.

Mientras tanto, la HR 1207 y la S 604, las legislaciones para abrir los libros de la Fed a una auditoría completa, continúan ganando impulso en el Congreso, a medida que la gente continúa insistiendo por una verdadera transparencia de la Reserva Federal. De una forma u otra, los días de la autonomía de la Fed están llegando a su fin, tal como deberían. Nadie debería tener el poder para corromper la moneda y destripar la economía como lo hacen. Es tiempo de que respondan por sus acciones, para que la gente pueda entender que estaríamos mucho mejor en Libertar que bajo la tiranía de la Fed.

English: It has been an interesting week indeed for the Federal Reserve.  Early this week, it was announced that President Obama intends to reappoint Fed Chairman Ben Bernanke to a second term in January, signaling a vote of confidence in him.  Bernanke seems to be popular with the administration and with Wall Street, and with good reason.  His lending policies have left big banks flush with newly created cash that covers up old mistakes and allows for new ones.  By buying up mountains of Treasury debt he has also enabled spending to soar to ridiculous levels that should startle any responsible economist, and scare any American concerned about the value of the dollar.  However, these highly sensitive decisions about our money are not made by economists, they are made by politicians.  Bernanke, like most of his predecessors, is the politician’s best friend.  However, there is no reason to believe any other central planner would behave any differently, considering the immense political pressure on the Fed.

Fed policies have been as bad for the economy as they are good for politicians and bankers, as the recently released numbers on the debt and deficit demonstrate.  For the first time since World War II the annual budget deficit is projected to be over 11 percent of the nation’s gross domestic product.  It is also projected that by 2019 the national debt will be 68% of GDP.  Our path, if unchanged, is completely untenable.

The administration claims that it inherited a dire situation from the last administration, which is absolutely true. However, that hasn’t stopped them from accepting all the policies and premises that got us here, and accelerating those policies to rapidly make a bad situation much worse.  The bailouts started with the last administration.  They have gotten bigger with this one.  The last administration gave us expanded government involvement in healthcare with a new prescription drug benefit.  This administration gave us a renewal and expansion of SCHIP, and now the current healthcare takeover attempts.  In reality, we can afford none of this, but shady monetary policy allows Washington to continue along its merry way, aggravating all our economic problems.

Not everyone in government finds it acceptable that the Fed wields so much power and privilege in secrecy.  Last week, a federal judge ruled against Fed secrecy, compelling them to release under the Freedom of Information Act information regarding which banks received emergency loans, and under what terms.  The Fed will, of course do everything in its power to fight this ruling and it is certainly not the last word on the issue.  Still, it is encouraging to see that the interests of the taxpayers were defended victoriously in court, while the Fed only sees the plight of its big banker friends.

Meanwhile HR 1207 and S604, legislation to open up the Fed’s books to a complete audit, continue to gain momentum in Congress as the people continue to insist on real transparency of the Federal Reserve.  One way or another, the days of Fed autonomy are coming to an end, as well they should.  No one should have the power to debauch the currency and gut the economy as they do.  It is time they answered for their actions, so the people can understand that we truly are better off with freedom instead of Fed tyranny.

A Weekly Column – by Ron Paul