La Integridad No Pasa Desapercibida
Ron Paul es un vivo ejemplo de dicho argumento. Aún tras un organizado esfuerzo de los medios masivos de comunicación por no nombrar siquiera al congresista, el nombre de Ron Paul parece resonar más que nunca; y es que cada vez menos gente se guía enteramente por lo que dice la televisión, los diarios y la radio. Hasta ciertos medios del «mainstream» han tocado el tema.
Pero no pongamos a todos en la misma bolsa. Existen casos en los que la presion del establishment no parece haber llegado, o no hace tanta mella….
Es el caso del Nuevo Herald, que en su artículo de este martes «El mínimo común en Washington«, por Guillermo Descalzi, menciona al congresista:
No es constructivo moldear la política de un partido para apaciguar a sus extremistas, pero así ocurre. Falta sensatez. El Partido Demócrata necesita sensatez en temas sociales y el republicano sensatez en materia de impuestos. Ambos necesitan líderes que digan y hagan lo que sienten y piensan, no lo que vaya a satisfacer a sus extremos.
Un personaje así es Ron Paul. No rinde pleitesía a quienes alzan la voz en busca de atención. Quiere acabar con el impuesto federal al ingreso personal. Quiere un Estados Unidos que intervenga menos en el mundo. También quiere legalizar la marihuana. ¿Me explico? No estoy de acuerdo en todo lo que él quiere, pero a Ron Paul no le importa lo que yo piense. Dice las cosas como las ve y no como cree que otros quisieran que las diga.
A la brevedad mostraremos algunos ejemplos, tan obvios que son graciosos, de qué tanto se esfuerzan algunos periodistas por seguir las directivas del poder de «no mencionar el nombre de Ron Paul».