La Policía Láctea

Informe Semanal 16/05/2011 – Por Ron Paul

El 20 de abril, luego de una operación encubierta que durara un año, agentes federales armados procediendo en nombre de la FDA (Food and Drug Administration / Administración de Drogas y Alimentos) irrumpieron en el negocio del granjero Amish de Pensilvania Dan Allgyer para evitar que vendiera su leche no pasteurizada a clientes de Maryland, los cuales conocían el producto y estaban deseosos de consumirlo. A los agentes federales les llevó todo un año, y quién sabe cuántos de nuestros dólares de impuestos, hacerse pasar como clientes para poder capturar a Allgyer cometiendo el “crimen” de vender su leche. No engañó a nadie para que la compren, no forzó a nadie a hacerlo, y no hubo ninguna queja acerca de su producto. Éstas eran transacciones completamente voluntarias, pero no aprobadas por el gobierno federal de nuestro Estado-Niñera, y por ello cerraron su negocio. La arrogancia de la FDA, y la de tantas otras agencias federales, es simplemente terrible. Este tipo de redadas del Estado Policial sobre comerciantes pacíficos, que tanto nos recuerdan a nuestra tiránica guerra federal contra las drogas, no tienen cabida en una sociedad libre.

 

Madres Protestando

La FDA afirma que sus poderes regulatorios sobre la inocuidad de los alimentos le otorgan la autoridad para poder prohibir las ventas interestatales de leche cruda, pero esta es una aplicación inconstitucional de la cláusula de comercio con fines legislativos. Como ya hemos aprendido, si el Poder Ejecutivo se siente paralizado por el hecho de que los autores de nuestra Constitución hayan depositado la autoridad de legislar sobre el Poder Legislativo, simplemente hace sus propias leyes y las llama “regulaciones”. Ya todos sabemos cómo la Agencia de Protección Ambiental (EPA: Environmental Protection Agency) usa esa falsa autoridad regulatoria para hostigar, obstaculizar y cerrar incontables negocios legítimos. Lamentablemente, el Congreso ha sido demasiado laxo durante demasiado tiempo ante la continua invasión del Poder Ejecutivo en sus áreas de responsabilidad, lo cual socava nuestro sistema de gobierno.

La mayoría de los estadounidenses entienden que si uno no quiere consumir leche no pasteurizada, simplemente no la compra. Pero la solución del gobierno federal son las redadas antes del amanecer, lo que destruye los medios de subsistencia de familias honestas y trabajadoras en tiempos de continua dificultad económica.

Redada en Rawesome FoodsEstoy indignado por esta redada y las muchas otras como ésta. Es por ello que la semana pasada presenté el HR 1830, un proyecto de ley para permitir el envío y distribución de leche sin pasteurizar y productos lácteos para el consumo humano a través de las líneas estatales. Esta ley elimina la restricción inconstitucional sobre los granjeros que desean vender o distribuir, y sobre la gente que desea consumir, leche sin pasteurizar y sus derivados lácteos.

Muchas personas han hecho su propia investigación y han concluido que la leche sin pasteurizar es más saludable que la pasteurizada. Estas personas tienen derecho a consumir estos productos sin que el gobierno federal juzgue su elección o frustre sus deseos. Si existieran preocupaciones legítimas sobre la seguridad de la leche no pasteurizada, esas preocupaciones deben abordarse a nivel estatal y local.

Espero que mis colegas del Congreso se unan a mí en la promoción de los derechos individuales, la intención original de la Constitución, y federalismo copatrocinando esta legislación para permitir el envío interestatal de leche sin pasteurizar y sus derivados para consumo humano.

Si ya ni siquiera somos libres de decidir algo tan básico como qué queremos comer o beber, ¿cuánta libertad nos queda realmente?