¡No a CISPA! (la nueva SOPA)
Por Ron Paul
A principios de este año, la fuerte oposición pública dirigida por varios sitios web prominentes, forzó a los líderes del Congreso a cancelar la votación de dos proyectos de ley, conocidos en Washington como SOPA y PIPA. Ambos proyectos de ley amenazaban a los motores de búsqueda y sitios web con posibles cierres por el Departamento de Justicia si éste consideraba que no estaban cooperando lo suficiente con nuestra falsa «guerra contra el terrorismo», o si eran meramente acusados de violación de copyright. Afortunadamente, el público estadounidense inundó el Capitolio con llamadas, y los líderes del Congreso se vieron obligados a dejar de lado ambos proyectos.
Pero nunca debemos subestimar el deseo insaciable del gobierno federal de controlar Internet. Los estatistas de todos los partidos, ideologías y nacionalidades odian el libre e irrestricto flujo de la información, las ideas y productos a través de Internet. Les molesta la idea de que la gente común pueda comunicarse y comerciar en, y con todo, el mundo sin filtros o aprobaciones gubernamentales. Es por ello que continuamente intentan imponer controles, siempre bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo o los «derechos de la propiedad intelectual» (Ver por qué la «propiedad» intelectual es sólo un disfemismo utilizado por el estado, y lo opuesto al concepto de propiedad, en el libro gratuito, y en español: Contra la Propiedad Intelectual, de Stephan Kinsella).
El último asalto a la libertad en Internet se llama «Cyber Intelligence Sharing and Protection» (Intercambio y Protección de la Inteligencia Cibernética) , o «CISPA» (HR 3523), que está siendo considerado por el Poder Legislativo actualmente. CISPA es esencialmente un proyecto de ley de vigilancia de Internet que permite tanto al gobierno federal, como a empresas privadas en su nombre, a espiar tus comunicaciones online «privadas» sin supervisión judicial -siempre y cuando, por supuesto, sea en nombre de la «ciber-seguridad». El proyecto está escrito de forma muy amplia, y permite que el Departamento de Seguridad Nacional obtenga gran cantidad de información personal de los emails y la comunicaciones online de las personas. También permite que los emails y la información privada encontrada online sea usada más allá de cualquier definición razonable de la «lucha contra el ciberterrorismo».
CISPA representa una alarmante forma de corporativismo, ya que entrelaza aún más a corporaciones como Google y Facebook con el gobierno. Se les permite entregar tus comunicaciones «privadas» a funcionarios del gobierno sin orden judicial, eludiendo leyes federales ya establecidas, como la ley de escuchas telefónicas y la ley de privacidad de comunicaciones electrónicas. También se les concede amplia inmunidad contra demandas judiciales, dejando a los ciudadanos sin recursos para defender su privacidad. En pocas palabras, CISPA anima a algunas de las empresas más exitosas de Internet a que actúen como espías del gobierno, sembrando la desconfianza en las redes sociales y causando el temor de comunicarse electrónicamente.
Los defensores de CISPA podrán tener buenas intenciones, pero, sin duda, nos están llevando hacia un Estado de seguridad nacional, en lugar de hacia una República constitucional libre. Imaginen tener empleados aprobados por el gobierno incrustados en Facebook, siguiendo autorizaciones de Seguridad Nacional, sirviendo como conductos de información secreta acerca de sus clientes. Si valoras tu privacidad y la libertad de las personas, deberías estar muy preocupado por esta «propuesta de casamiento» entre la inteligencia gubernamental y las empresas con fines de lucro. CISPA es el Gran Hermano a gran escala, poniendo los recursos de la industria privada a trabajar para el nefasto objetivo de espiar a las personas. Sólo nos cabe esperar que las personas respondan a CISPA como lo hicieron con SOPA en enero. Te insto a que aprendas más sobre este proyecto de ley leyendo la sinopsis publicada en la Electronic Frontier Foundation (Fundación por la Frontera Electrónica) en eff.org. También te insto a que llames a tus senadores y representantes federales y que exijas que se opongan a CISPA y a proyectos similares que ataquen la libertad de internet.